En esta vida hay muy pocas cosas importantes. Como dice un amigo solo hay tres: comer, cagar y dormir. Si realizas bien estás tres, la felicidad está garantizada. Y aunque yo no le quite razón, hay otras cosas que te animan, a seguir para adelante, a cagar como dios manda, ¡vamos!. Y esta es, aunque suene cursi, el amar. Y algo que te ayuda muy mucho a ejercitar este sano sentimiento, es un hijo.

Y que voy a contar del mío, mi hijo es la “ostia en vinagre”, es el más guapo, el más inteligente, es lo más plus en todo, en mala leche, también. Pero bueno, no va a ser todo coser y cantar, necesitamos un poco de dificultad para saber apreciar lo bueno cuando se tiene.


Y ahora le tengo que dejar, otra vez. Un sacrificio enorme, para hacer lo que uno realmente desea, por perseguir tus sueños, es el mejor ejemplo, u eso creo, que le puedo dar a mi hijo. Lo más importante es ser uno feliz, porque si lo consigues, podrás contagiar esta, a los que te rodean. AMEN
1 comentario:
Te voy a hacer un comentario, para que no te sientas solico.
¡¡Hala majo!! ¡que te está quedando de la ostia!
Buenas fotos, como siempre
Publicar un comentario